
Incluso
los laicos y ateos nos acordamos de todos los santos y Jimi Hendrix es uno de ellos. Desde hace poco me cruzo con su cara que
El Niño de las Pinturas ha pintado junto al rio Genil en Granada para
El Barecico. La verdad que para uno que siente veneración por esta figura, es agradable y reconfortante, encontrártelo antes de ir al curro. Te dan ganas de pedirle como si de una estampita se tratara. "Jimi de mi vida y de mi corazón, dame fuerzas y no me abandones a mi suerte para que siga viéndote durante muchas mañanas aunque sea a las 7 AM". En la misma esquina pero en otro trocito de pared y con otras horas para ser visitada están las manos de
San José Monge Cruz. Juntos los dos hubieran hecho diabluras pero eso sería otra
historia. Donde estén seguro que estarán tomando una cervecita con el que falta de la santísima trinidad,
Enrique.
Hace unos días ha estado por Granada un discípulo del gran Jimi, Carvin Jones y nuestro amigo Nino estuvo allí para contarlo a través de su Patente de Blues Tampoco podemos olvidar al anterior tabernero, que nos dio gloria en esta esquina con feeling y duende, seguro que ahora tiene más tiempo para su grupo
Blues Riders