Esta entrada está escrita el día de la lotería, sin saber si nos ha tocado aunque todos sabemos que tocar, toca. Lo veremos en los informativos, a los afortunados llorando de alegría celebrando su suerte pero lo más normal es que no nos toque y sigamos con nuestras vidas, buenas o malas, pero luchando para que sea lo mejor posible. A veces rozamos la felicidad, otras, la mayoría de las veces, no, pero tenemos que continuar jugando, soñando y viviendo hasta que nos llegue la horita.
Mientras seguiremos escuchando flamenco y recordando a todos esos artistas y personas queridas para cada uno de nosotros que se nos han ido y que, aunque no estén en esta tierra, su arte y su presencia será inmortal y eterna. Un simple fandango bien cantado como el de Antonio Fernández con la guitarra de Miguel Ochando nos hace acordarnos, por ejemplo, de Enrique pero también de que la vida hay que vivirla y disfrutarla o al menos intentarlo. Que nuestra guía, sea cual sea, nos lleve siempre a buen puerto.