Comenzaron luciéndose con un juego de voces por martinetes en la órbita de Morente. Siguieron con una caña que combinó letras del tema No duerme nadie del disco Omega con otras más clásicas. Miguel Ochando constató su gran valía como guitarrista acompañando al trío por granaínas. Nos obsequiaron con alegrías, malagueñas, fandangos, soleá, vidalita… en polifonías de estilo “morentiano” que ejecutaron con muy buen gusto. Para terminar un bis por tangos solicitado por el público con Cheyenne y El Moreno haciendo compás. Los espectadores mostraron su satisfacción levantándose de sus asientos en aplausos, aunque hay que decir que el aforo distó mucho de ser completo.
Estos cantaores, pese a no dedicarse en exclusiva al Flamenco son verdaderos profesionales, reconocidos por aficionados y peñas, principalmente en Granada. Pueden
sentirse orgullosos de su espectáculo en la noche hispalense. Habrá
que estar muy pendientes del lanzamiento de Flamenco
a voces en comercios y plataformas digitales.